Hace 5 años firmé el contrato más importante de mi vida.
No fue una hipoteca, ni un documento legal… fue un contrato conmigo misma. 💜
Ese día cambió mi forma de trabajar y, sobre todo, de relacionarme con mi negocio.
Hoy quiero compartir contigo mis 5 condiciones innegociables, por si te sirven de inspiración para crear las tuyas:
1️⃣ Nunca trabajaré gratis
Puede sonar obvio, pero más de una vez he trabajado sin cobrar nada al final del mes. 🚫💸
Aprendí que el precio puede ser bajo o aplazado, pero nunca trabajo “para demostrar lo buena que soy”. Quien quiera comprobarlo, que pague.
2️⃣ Decido lo que NO voy a hacer
Aunque algo se me dé bien o esté bien pagado, si no me aporta, no lo hago.
Poner límites es sano y necesario.
Ejemplo: decidí dejar la parte artística de la peluquería (shows, colecciones de moda…), aunque podía ganar dinero con ello. No me hacía feliz, así que quedó fuera. ✂️🚷
3️⃣ Soy dueña de mi agenda
Trabajo un martes a las 6:25 de la mañana porque a las 10 quiero entrenar. O un domingo si el miércoles prefiero irme a la piscina. 🏊♀️
El secreto está en organizarme para que el trabajo conviva con mi vida, no al revés.
4️⃣ Me permito cometer errores
3 grandes, 5 medianos y 10 pequeños al año. Con ese margen me atrevo a arriesgar, probar y aprender sin culpa. ✅
Equivocarse forma parte del camino, y reprocharse no sirve de nada.
5️⃣ Descansar también es trabajar
Dormir, pasear, mirar el techo o no hacer nada es parte del proceso. 😴🌿
El descanso no es perder el tiempo, es invertir en energía y claridad.
🚀 ¿Y tú?
¿Te animas a escribir tu propio contrato?
No hace falta empezar con 5 cláusulas, basta con una. Pero cúmplela. Ese será tu primer paso para dejar de autoexplotarte.
