🚀 ¿Recuerdas por qué decidiste ser tu propia jefa?
Quizá tras años trabajando para otros, un día diste el salto: abrir tu propio negocio o empezar como autónoma.
Y seguro que pensaste algo como:
✨ “Ahora voy a decidir mi horario”
✨ “Ahora voy a trabajar con mi sistema”
✨ “Ahora nadie se llevará el beneficio de mi esfuerzo”
Pero dime… ¿qué tal te va con esa decisión?
😓 Cuando ser tu propia jefa se convierte en una trampa
Ojalá pudieras decir que lo conseguiste, que disfrutas de libertad y equilibrio.
La realidad es que muchas personas que trabajan conmigo se encuentran con que:
👉 Superan con creces las 40 horas semanales.
👉 Les cuesta cogerse vacaciones sin perder dinero o clientes.
👉 Si enferman, trabajan igual salvo ingreso hospitalario.
👉 Algunos meses ganan bien, otros apenas cubren gastos.
¿Te suena? Si es así, te mando un abrazo virtual 💌 y te lanzo esta pregunta incómoda:
Piénsalo un momento.
Si tuvieras un jefe que te obligara a trabajar sin descanso, sin vacaciones y sin estabilidad…
💡 ¿Renunciarías? ¿Buscarías otra cosa?
Pues aquí la parte dura: esa jefa eres tú.
Probablemente, sin darte cuenta, te has convertido en tu propio jefa explotadora.
🔄 La buena noticia: puedes despedirla hoy mismo
Ya has identificado al enemigo, ahora toca tomar decisiones.
Puedes despedir a esa jefa interior igual que en un equipo de fútbol despiden a un entrenador que no funciona ⚽.
Y a partir de ahí, empezar a construir a tu nueva jefa interior:
💜 Más justa.
💜 Más consciente.
💜 Más humana.
✨ ¿Por dónde empezar?
Ese será el primer paso hacia un contrato más sano contigo misma.
En el próximo artículo te contaré 5 condiciones innegociables para dejar de autoexplotarte y recuperar tu libertad.
